Microrrelato "Miradas".
Me mira, lo miro. Buscamos otro espacio en donde enfocar nuestras almas, pero es inevitable nuestros ojos se buscan con necesidad. Curiosamos el lugar para fingir no estar pendiente uno del otro, mientras la piel se nos erizaba, deseando intensamente volver a verse. Una sensación intensa y acalorada se enciende en nuestro interior, que nos contiene el aire y refleja la falta de oxígeno al hablar. Solo me mira diciendo tantas cosas que no puede expresar, transportando mi existencia aquel lugar donde nuestras miradas se fundían sin miedos y reservas. Me mira, lo miro, nos miramos y tan solo decimos ¿"qué tal"? (Antares)