¿La amaba? Microrrelato.

 Él le decía que la amaba profundamente; tan profundo como el dolor que sentía cada vez que la tocaba, ella solo deseaba que un día él se convirtiera en ese príncipe amoroso que toda mujer ansía.

Cada día era una agonía. Ella  esperaba con miedo su llegada, mientras su corazón rogaba por un milagro del cielo que le permitiera ver a ese príncipe que buscaba en una imagen equivocada.

Él susurraba en sus oídos "eres mía y solo mía". Ella suspiraba y deseaba que eso fuera cierto, pero su fuerza quejumbrante de agonía decían "ya vasta, no sigas".

Los días transcurrían y sus esperanzas se agotaban, el miedo se incrementaba y su fuerza languidece; pedía a los dioses una muestra de su existencia, pero era en vano todo enmudecía.

Así pasaban los meses y los días, hasta quedar sin fuerzas y ver caer la última esperanza de vida, por esa vestía feros que le arrancó el último aliento de vida.

(Antares)